El arte del bordado (2) Bordado de Lagartera

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El arte del bordado (2) Bordado de Lagartera

Nos vamos a detener en un bordado típico español con el que se suelen confeccionar manteles y otros artículos para el hogar.

Uno de los bordados que se identifica más con España es el llamado “de Lagartera”, pueblo toledano perteneciente a la comarca de la Campana de Oropesa, donde se ha conservado la tradición de los bordados desde el s. XVI hasta nuestros días. También se denomina como Labores de Lagartera, de las que se distinguen tres variantes: Deshilados, Bordados y Dibujados.

Las telas usadas como base eran el lienzo casero hecho en telares manuales con fibra de lino de factura casera, ya que todas las casas poseían telares de uso cotidiano.

Los motivos de los bordados son de tipo geométrico o floral muy sencillos. La gran riqueza de este bordado se consigue por la repetición de los motivos formando grecas que alternan con franjas de deshilados.

El deshilado es una labor que se realiza en tela de hilo,  se trata de un trabajo bastante complicado. Este trabajo, el deshilado, se puede realizar en muy diversas labores. Pero en Lagartera lo que más se ha trabajado siempre han sido los manteles, los juegos de cama y las colchas (lo que viene constituyendo el clásico “ajuar”), además de otros complementos como toallas, caminos de mesa, bolsas de pan, etc.

 Los pasos a seguir para el deshilado son los siguientes:

  • 1º - Marcar o señalar. En concreto en Lagartera también se dice “hacer vainicas”. Este paso del ovalado se desarrolla después de haber promediado la labor que se va a realizar, para que ésta quede bien centrada y de forma simétrica dentro de la tela, previa visión de una muestra o patrón. Se empieza por un punto, y así, puntada a puntada, se va perfilando el dibujo de la obra en sí.
  • 2º - Cortar los hilos marcados y sacar los hilos cortados.
  • 3º - Sembrar. Sembrar es ir como hilvanando, dando pasadas por los agujeros y de esta manera, va formando un entramado, siempre con el mismo hilo.
  • 4º - Cuajar.Esta operación que es a la que se le llama cuajado, aparte de impedir que los hilos se deshilachen, también le da a la labor un aspecto más bello y resalta muchísimo más el dibujo del sembrado.
  • 5º - Finalización: vainica.  Y ya para terminar el mantel, o cualquier otra labor se le hace un dobladillo o bastilla en los cuatro lados, rematado mediante una vainica, también llamado “repulgo” en Lagartera.

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